martes, 17 de septiembre de 2013

Encuentro Internacional de Arquitectura Contemporánea en Ciudades históricas (Día 1)

Hoy, 17 de Septiembre de 2013, se ha inaugurado el Encuentro Internacional de Arquitectura Contemporánea en Ciudades Históricas, organizado por el Ayuntamiento y la Gerencia de Urbanismo de Sevilla en el que participa la UNESCO y muchos expertos internacionales a nivel de urbanismo, arquitectura y conservación del patrimonio, y en el que hemos echado en falta una mayor participación por parte del alumnado de la Escuela de Arquitectura de Sevilla, quizás debido a la nula publicidad del evento dentro de nuestro entorno docente.

Durante la jornada de hoy se ha desarrollado el primero de los tres bloques temáticos: Paisaje urbano y creación contemporánea, en el cual se han ejemplificado los diversos problemas que presentan las ciudades históricas en relación con las nuevas arquitecturas que en ella se desarrollan.

Álvaro Gomez-Ferrer Bayo nos hablaba sobre la dimensión intangible de la ciudad, que nos permite reconocerlas de un vistazo pero que requiere de un estudio detallado para profundizar en ellas. Esta característica desaparece con la gran escala, que imposibilita el sentimiento de identificación con el lugar y lo convierte en un cómputo de culturas globales. Nos deja reflexiones sobre la situación de las ciudades europeas, que acusan problemas de renovación de lo existente y de regeneración urbana que han dado lugar a textos cono la Carta de Toledo (1986), el Memorando de Viena (2005) o la Ley de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas (2013)

La ponencia del profesor Francisco de Gracia, titulada "Construir en lo construido" al igual que su libro publicado en 1992, ha estado marcada por una crítica inicial a la arquitectura supeditada a la globalización y a los mercados de masas, englobándola en varias líneas argumentales: la aceptación del mito de la novedad (lo nuevo es bueno por el hecho de ser nuevo), el rechazo de la noción de mimesis (esto imposibilita la evolución de los procesos artísticos), la búsqueda azarosa e improvisada (lo plástico frente a lo tectónico) y el "autismo comunicativo" (la idea de singularidad frente a la de integridad). Frente a esto, Francisco subraya que "el lugar dicta el proyecto" (Moneo en una entrevista a El País) y define unos patrones o técnicas de intervención: La congruencia urbana (Real Cancillería de Estocolmo de Gunnar Asplund de 1922), la complementación del espacio urbano (fachada de la Catedral de Vigevano de Juan Caramuel), la prolongación de elementos figurativos (continuidad de fachadas, pretiles,…)y reiteración de formas tipológicas (Museo del Mar de Aldo Rossi y Cesar Portela). Todo ello constituye la "Arquitectura contextual" donde "las dos partes disfrutan de una relación enriquecedora".

Gilles Metairie nos trajo una extensa relación de ejemplos llevados a cabo por el estudio de arquitectura en el que participa, Wilmotte y Asociados S.A., e hizo hincapié en la teoría del "injerto arquitectónico" como intervención urbana en ciudades históricas.

La conferencia más singular fue la del profesor John Onians, que nos mostró las conexiones entre neurociencia y urbanismo. Esta ciencia estudia los procesos neuronales generados a partir de la práctica y la memoria, y busca prever las respuestas de las personas ante estímulos sensoriales. Ligado al mundo de la urbanística, esta ciencia puede ayudar a buscar soluciones de ciudad que despierten sensaciones positivas a los habitantes. Formas, figuras, colores… todo ello nos lleva a la creación de un "subconsciente urbano" que previamente estudiado nos puede llevar a la construcción de ciudades con más calidad de vida.

La jornada finalizó con las intervenciones de los profesores de urbanismo José Fariña y Bernardo Secchi, que nos hablaron de la necesaria relación entre gobierno, técnicos y ciudadanos para el manejo adecuado de la ciudad. Esta trinidad, apuntan, se encuentra en la actualidad completamente divorciada y recalcan la necesidad de una nueva unificación que consiga transmitir las necesidades de los ciudadanos a través de sus gobiernos manifestada por los técnicos competentes. Abogan por un acercamiento de la política al ciudadano y una mejora del lenguaje técnico que los haga partícipe del proyecto de ciudad. Concluyen con unos consejos de sentido común para esta época de crisis de pensamiento: "no hacer nada irreversible" y apostar por una vuelta a los medios económicos locales.

Queremos acabar con esta historia sobre Alejandro de la Sota y Richard Neutra que nos regaló José Fariña:
Contaba Alejandro de la Sota, que un alumno preguntaba al arquitecto Richard Neutra qué debía hacerse si en una plaza antigua, de viejo cuño y con solera, se derrumba una de las casas que la forman. Se podría hacer una copia de la desaparecida, o un pastiche o bien, una casa actual ocupando el hueco. El viejo profesor contestó simplemente: "...llamar a un buen arquitecto. Como en una dentadura, el diente caído no es sustituido por una ya gastado, sino más bien por una moderna y cara prótesis que no desentone por bien hecha, El nuevo rico, quizá, se ponga un diente de oro".

1 comentario:

  1. Muy bien por el profesor Fariña Tojo: "Necesaria relación entre gobierno, técnicos y ciudadanos para el manejo adecuado de la ciudad". En Santiago de Compostela estamos hartos del enjambre de técnicos endiosados inoperantes que no saben aportar soluciones a los nuevos retos, se dedican a vivir de las rentas de lo conseguido en el pasado.

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