El pasado 2 de mayo se realizó la segunda visita del II ciclo de visitas guiadas "Recién restaurado". En esta visita contamos con la presencia del arquitecto Guillermo Vazquez Consuegra, quien nos ilustró sobre su reciente intervención en el Palacio de San Telmo.
La visita, con una masiva asistencia, comenzó con una pequeña conferencia sobre la historia del edificio y las modificaciones del mismo hasta llegar al estado en el que se lo encontraron antes de comenzar las obras. Guillermo justificó con su intervención las modificaciones realizadas en la planta del Palacio y cuales fueron sus criterios para conservar o despreciar las partes que sin duda han maltratado la composición original barroca, de la que solo se conserva la fachada y parte del trazado
interior. Toda esta información sobre la intervención en el edificio se puede consultar en el libro: VVAA, El Palacio de San Telmo recuperado, Junta de Andalucía, Consejería de Hacienda y Administración Pública, Sevilla, 2010.
Una vez aclarados los conceptos teóricos comenzó la visita presencial donde, acompañados de algún responsable del edificio y algo de seguridad, pudimos conocer aproximadamente un tercio de la intervención. Vazquez Consuegra nos instó a observar todos los pequeños detalles del gran edificio pues en ellos estaba la esencia de la buena arquitectura, nos confesó. Elementos interesantes como piezas de piedra conformadas para el arranque de rampas de minusválidos, barandillas continuas adaptadas ergonómicamente, tratamiento de techos desmontables y paredes que reflejan el exterior para ampliar los espacios, paredes quebradas para aprovechar los patios existente y llenar el edificio de luz natural son alguno de los ejemplos que destacó durante un largo paseo por el interior de la antigua Universidad de Mareantes.
La visita finalizó entrando la noche con un recorrido por los jardines del Palacio. Pudimos advertir el cuidado con el que se proyectó este espacio tan maltratado durante su época de Seminario de Sevilla y compartimos su opinión de que mantenerlo cerrado a los sevillanos es desperdiciar un espacio pensado para entrar en carga. Por último visitamos el aparcamiento "subterraneo", una de las partes favoritas del arquitecto ya que se consiguió romper con la topología liberando el espacio de pilares usando grandes vigas de 16 metros de longitud y abriendo un patio que introducía parte del jardín en él.
Estos son los trípticos que ofrecimos en la visita:
